La inoculación del estrés es el nombre que reciben diferentes técnicas cognitivo-conductuales creadas para el tratamiento de problemas de ansiedad, aunque actualmente se aplica a muchos trastornos, adecuándose a cada persona en función del problema.
En estas terapias el concepto de inoculación es la parte principal, en ellas se pretende inmunizar psicológicamente a la persona contra situaciones o acontecimientos estresantes de baja intensidad, incrementando su repertorio de estrategias, prestando especial atención; a los procesos de preparación y asimilación de los acontecimientos estresantes puesto que la sorpresa dificulta los esfuerzos de afrontamiento y facilita el desajuste emocional. Se realiza en tres fases diferenciadas:
Fase de conceptualización: Identificar y definir el problema.
Fase de adquisición y entrenamiento en habilidades: con ayuda del terapeuta se revisan, aprenden y se entrenan estrategias de afrontamiento.
Fase de aplicación de las habilidades adquiridas: Poner en práctica las estrategias aprendidas, comprobar su utilidad y cambiar lo que sea necesario.