Las Técnicas Cognitivo-Conductuales son una orientación terapéutica que cuenta con una eficacia científicamente comprobada en diferentes tipos de intervención.
Nuestro comportamiento al enfrentarnos a un problema tiene dos caras: una vendría dada por la realidad objetiva de ese problema
y sería lo que todos verían; y la otra, por la realidad subjetiva referida a nuestra interpretación del problema que llegará a través de nuestro propio estado mental y de nuestras
experiencias. "Todo depende del color del cristal con que se mire".
Estas Técnicas responde a la necesidad de intervenir en estos dos terrenos. Y lo hacen impulsándose gracias a las sinergias que se establecen entre la parte de la intervención enfocada a los procesos mentales y aquella que se orienta hacia las acciones y
los cambios en el entorno material de la persona, actuando tanto sobre los actos como sobre los pensamientos.