Me llamo Fulanit@ Ruiz Perla, vivo en la calle Tal del pueblo Cual de cualquier ciudad, tengo 35 años, estoy casad@, con dos hijos y soy fontaner@.

 

    ¿Os suena esta descripción? Seguramente sí. Esto es lo que todos solemos contestar, cada uno con sus datos, cuando nos preguntan ¿Quién eres? Pero, ¿realmente somos eso? ¿Realmente somos un nombre, una dirección, una edad, un estado civil y una profesión? ¿O somos mucho más?

 

     Si en lugar de llamarme Fulanit@, me llamara Menganit@ ¿dejaría de ser yo? Si en lugar de vivir en la calle Tal del Pueblo Cual, viviera en la calle Cual del pueblo Tal ¿dejaría de ser yo? ¿Cuándo tenía 3, 8, 15, 30 años ¿no era yo? El año pasado ¿no era yo? ¿Cuándo estaba solter@ y sin hij@s no era yo? Si me separara o tuviera otro hij@ ¿dejaría de ser yo? Si ahora me pusiera a estudiar y en lugar de ser fontaner@, me hiciera abogad@, ¿dejaría de ser yo?

 

    Todos estos datos nos pertenecen, por supuesto que son nuestros, y que los pondríamos en un papel si fuéramos a pedir un préstamo o algo así. Este mundo lleno de administraciones y burocracia ha hecho que nos acostumbremos a describirnos a nosotros mismos como eso, como datos, como números, que pueden ir cambiando, o no, con el paso del tiempo,  pero que  no nos definen como personas, no dicen nada de nuestra esencia, de nuestro ser. No dicen realmente lo qué somos o cómo somos. 

 

     Nuestro temperamento, nuestro carácter, y una vida llena de momentos, de experiencias, buenas y malas, han hecho que se forje en nuestro ser una manera de hacer, de percibir, de opinar... con unos pensamientos y sentimientos, deseos y gustos, valentías y miedos; defectos y virtudes, metas, anhelos o pasiones, que nos hacen personas individuales, que sí definen quiénes somos y cómo somos y nos convierten en seres únicos.

 

 

     Sobre eso vamos a  trabajar aquí. Sobre nuestro YO interno, nuestro YO real. Para conocernos a nosotros mismos, conocer quiénes somos y cómo somos, porque cuando te conoces por dentro, cuando conoces tus emociones y tus inquietudes, sientes libertad y puedes avanzar en la vida siguiendo el camino de tu propia esencia.

 

     Conocerse uno mismo es el principio de la Felicidad.